Bajaré a tu sexo para
explorarnos bajo la noche,
mientras penetramos en
nuestros deseos de fundirnos
en una misma comunión,
mientras la noche susurra tus
gemidos y nuestras voces sean
dulces cantos elevándose al
infinito.
Bajaré a tu alcoba y como la
caricia de la brisa escalaré tus
montañas para alcazar el
placer de verte ruborizar y
palpar la vibración de tus
gemidos ruborizando la noche,
mientras nuestros cuerpos
sientan el roce de nuestros
deseos y nuestras piernas
abracen el amor, rompiendo la
tentación que nos tenemos
hace tiempo.
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